Frente a la actual
interrupción económica y de salud sin precedentes, causada por la pandemia del
COVID-19, los millennials y la llamada Generación Z (Gen Z) expresan su
determinación y visión para construir un mejor futuro, según la Encuesta
Milllennial 2020 de Deloitte Global.
En su novena edición, esta
encuesta revela que ambas generaciones se mantienen resilientes frente a la
adversidad y que están decididas a impulsar un cambio positivo en sus
comunidades y en todo el mundo. La encuesta de este año consta de dos partes:
por un lado, una encuesta ‘primaria’, que abarcó a 18.426 personas millennials
y Gen Z, en 43 países, realizada entre noviembre de 2019 y principios de enero
de 2020; por otro lado, una encuesta de ‘pulso’, que comprendió a 9.02
personas, de más de 13 países, realizada entre abril y mayo de 2020 —en medio
de la pandemia mundial—.
Se repitieron muchas
preguntas del primer estudio, para medir el efecto de la pandemia en las
opiniones. "La pandemia del COVID-19 ha cambiado radicalmente nuestra
forma de vida —la manera en que trabajamos, socializamos, compramos y más— y
las generaciones jóvenes se vieron especialmente afectadas", dice Michele
Parmelee, Directora de People and Purpose de Deloitte Global. “Sin embargo, a
pesar de las condiciones inciertas y desalentadoras, los millennials y la Gen Z
expresan una capacidad de resiliencia impresionante y muestran resolución para
mejorar el mundo. A medida que reconstruimos nuestras economías y nuestra
sociedad, los jóvenes serán un factor crítico en la configuración del mundo que
emerge”.\
El informe destaca cómo las
consecuencias de la pandemia han afectado drásticamente las carreras de los
trabajadores jóvenes. En el momento de la votación, casi 30% de la Gen Z y casi
una cuarta parte de los millennials más jóvenes (de 25 a 30 años) dijeron que
habían perdido sus trabajos o que habían sido colocados en una licencia
temporal no remunerada. Solo un tercio de los millennials y 38% de la Gen Z,
que respondieron la encuesta de ‘pulso’, dijeron que su estado de empleo e ingresos
no se había visto afectado.
“Como sociedad, no podemos
permitir que las personas jóvenes se queden atrás en sus estudios ni en su
carrera laboral. Cuando les apoyamos en su avance y su reinvención,
naturalmente estamos asegurando la sostenibilidad de la recuperación, porque
ellos quedarán equipados para seguir construyendo. Las nuevas generaciones son
actores claves para dar forma al futuro que emerge”, refirió Cristina Cubero,
Directora de Consultoría de Deloitte Centroamérica.
La imagen que surge de la
encuesta de este año es complicada pero esperanzadora: incluso en medio de la
crisis, los millennials y la Gen Z se comprometen a mejorar la sociedad,
esforzándose y ejerciendo presión por lograr un mundo en el que las empresas y
los gobiernos reflejen compromiso.
“Los jóvenes están cada vez
más comprometidos con sus valores y creencias, la pandemia vino a reafirmar el
sentido de responsabilidad individual y el anhelo por gestar impactos
transcendentales en su entorno. El concepto de empresa social está cada vez más
vigente y ambas generaciones esperan que las empresas y el gobierno generen un
contrato social y actúen muy consecuentemente; colocando a las personas, el
bienestar, la diversidad e inclusión y la sostenibilidad ambiental por encima
cualquier otro interés de negocio”, indicó Sofía Calderón Socia Líder de
Consultoría para Latinoamérica.
El estrés y el bienestar
mental —a menudo intensificados por preocupaciones laborales y financieras—
siguen siendo problemas críticos
Antes de la pandemia, 52% de
la Gen Z y 50% de los millennials, en los 13 países que fueron encuestados dos
veces, dijeron que estaban estresados la mayor parte del tiempo. Los
encuestados mencionaron el bienestar familiar, las finanzas a largo plazo y las
perspectivas laborales como las principales fuentes de estrés. Curiosamente,
los niveles de estrés cayeron ocho puntos, para ambas generaciones, en la
segunda encuesta, lo que posiblemente indica que la desaceleración de la vida,
debido al confinamiento, puede haber reducido los niveles de estrés.
Esto está respaldado por un
reciente estudio de Deloitte Reino Unido, hecho a más de 2,000 trabajadores del
Reino Unido, en el cual 48% de los londinenses empleados y autónomos señalaron
que el confinamiento ha tenido un impacto positivo o muy positivo en su
bienestar. A pesar de los ligeros descensos observados en la encuesta de
‘pulso’, el estrés y el bienestar mental siguen siendo problemas críticos para
las generaciones jóvenes, y estos problemas se manifiestan en sus entornos laborales.
Aproximadamente un tercio de
los millennials y la Gen Z se tomaron tiempo libre del trabajo debido al estrés
antes de la pandemia, aunque alrededor de la mitad dijeron a sus empleadores
que era por una razón diferente. Es alentador que los modelos de trabajo
flexibles —que se implementaron ampliamente como resultado de la pandemia—
pueden presentar una solución: 69% de los millennials y 64% de la Gen Z
estuvieron de acuerdo que tener la opción de trabajar desde casa, en el futuro,
aliviaría el estrés. Las preocupaciones financieras son un factor estresante, y
particularmente agudo, para los millennials, muchos de los cuales comenzaron
sus carreras a raíz de la Gran Recesión y que ahora enfrentan otra.
En la encuesta ‘primaria’,
la cantidad de millennials que creían que su situación financiera empeoraría o
se estancaría en el próximo año fue mayor (50%) a la que señaló que mejoraría
(42%). Al analizar los resultados de solo los 13 países incluidos en la
encuesta de ‘pulso’, 61% de los millennials expresó la misma falta de optimismo
durante la pandemia, un salto de siete puntos porcentuales, respecto de la
encuesta ‘primaria’. Aun así, hay algo de optimismo a corto plazo, ya que más
de la mitad de los millennials, en la encuesta de ‘pulso’, y casi la mitad de
la Gen Z, dicen tener ahorros de aproximadamente tres meses de ingresos, lo que
puede ayudarlos a sobrellevar la situación, a medida que surgen las ramificaciones
financieras de la pandemia.
Determinación para mejorar
el mundo y esperar que otros sigan el ejemplo
Las generaciones más jóvenes
toman el tema del propósito social como un llamado personal. En la encuesta de
‘pulso’, los encuestados indicaron que estaban tomando acciones
"socialmente conscientes" para beneficiar al planeta y a la sociedad.
La crisis del COVID-19 puede
haber reforzado estas inclinaciones, ya que casi las tres cuartas partes
dijeron que la pandemia los ha hecho más comprensivos con las necesidades de
los demás, por lo que tomarán las medidas pertinentes, para impactar positivamente
en sus comunidades. El enfoque de los millennials y la Gen Z, en hacer el bien,
también se refleja en sus hábitos de compra. Alrededor del 60% dijo que planea
comprar más productos u obtener servicios de las grandes empresas que se han
hecho cargo de su fuerza laboral y que han impactado positivamente a la
sociedad durante la pandemia. Alrededor de tres cuartas partes harán un
esfuerzo adicional, para comprar productos y servicios de negocios locales, más
pequeños.
La Pandemia está develando
una transformación económica importante, la misma está sucediendo justo ante
nuestros ojos, el patrón de consumo será cada vez más consciente y seguirá
decantándose por apoyar la economía local y artesanal. La balanza se inclinara
hacia aquellos negocios que actúen honesta y responsablemente con sus
colaboradores y entorno. La marca empleadora, la reputación y el retorno a la
inversión se están entrelazando aún con más fuerza. Indicó Sofía Calderón,
Socia Líder de Consultoría de Deloitte para Latinoamérica.
Una vez más, el cambio
climático surgió como un tema crítico para los millennials y la Gen Z, tanto
antes como durante la crisis del COVID-19. Antes de la pandemia, la mitad de
los encuestados dijeron que creían que era demasiado tarde para reparar el daño
causado por el cambio climático y solo 40% expresó optimismo en cuanto a que
los esfuerzos futuros, para proteger el medio ambiente, tendrían éxito. Sin
embargo, cuatro meses después, en los 13 países de la encuesta de ‘pulso’, el
porcentaje de millennials que creen que hemos llegado al punto de no retorno se
redujo en ocho puntos, lo que, tal vez, sugiere que el impacto ambiental que se
vio por la reducción de la actividad durante la pandemia ha dado la esperanza
de que todavía hay tiempo para actuar.
Una gran mayoría (80%)
también piensa que los gobiernos y las empresas deben hacer mayores esfuerzos
para proteger el medio ambiente, pero les preocupa que el impacto económico de
la pandemia pueda hacer que esto sea menos prioritario.
Las percepciones sobre los
negocios, en general, continúan disminuyendo, a pesar del aumento de lealtad en
el empleador
Las percepciones que se
tiene sobre los negocios, en general, en todo el mundo, sigue disminuyendo. En
la encuesta ‘primaria’, 51% de los millennials dijo que los negocios son una
fuerza para el bien, en comparación con el 76% de hace tres años y el 55% de
2019.
En la encuesta de ‘pulso’,
estos números continuaron disminuyendo a 41%, para los millennials y a 43%,
para la Gen Z (esta última reportó un 52% de favorabilidad en la encuesta
primaria). Sin embargo, ya sea que los empleadores finalmente estén comenzando
a satisfacer mejor las necesidades de sus trabajadores, o que los millennials
sintieran la necesidad de encontrar estabilidad incluso antes de la pandemia,
por primera vez, desde que hicieron la pregunta, hace cuatro años, más
millennials, en la encuesta ‘primaria’, dijeron que querían permanecer con sus
empleadores, durante cinco años o más, que irse dentro de dos años. Los que se
irían en dos años o menos cayeron del 49% al 31%, mientras que los que
preferirían quedarse a largo plazo saltaron del 28% al 35%.
La Gen Z sigue más
interesada en mudarse, pero solo la mitad dijo que le gustaría cambiar de
trabajo dentro de dos años, frente al 61% del año pasado. Los encuestados
también fueron, en gran medida, receptivos a cómo los empleadores estaban
navegando la crisis por el COVID-19: dos tercios dijeron que estaban
satisfechos con la velocidad y la forma en que los empleadores actuaron.
Alrededor del 60% cree que estas acciones les han hecho querer quedarse con sus
empleadores a largo plazo.
“Se gesta hoy, en medio de
la transformación una nueva cultura laboral, nuevos ritos y símbolos moldean el
trabajo y a los trabajadores jóvenes. Es una oportunidad única para que las
empresas se reinventen, generando conexiones de valor y pertenencia en sus
equipos, potenciando la diversidad, el aprendizaje y nuevos liderazgos. Las
empresas que abracen este modelo se quedarán con el talento y las capacidades
para liderar el futuro” detalló Cristina Cubero, Directora de Consultoría de
Deloitte Centroamérica.
“Estos resultados sugieren
que las compañías deben hacer más para demostrar cómo están impactando
positivamente a sus empleados y a la sociedad. La lealtad laboral aumenta a
medida que las empresas abordan las necesidades de los empleados, desde la
diversidad e inclusión hasta la sustentabilidad y reskilling (proceso de
aprender nuevas habilidades para hacer un trabajo diferente, o de capacitar a
las personas para que lo hagan)”, agrega Parmelee. “Para las empresas, el
mensaje es claro: los jóvenes creen en las empresas con una estrategia
orientada a un propósito. Estas son las empresas que liderarán en el futuro
post-pandémico ".
Nota editorial: Los datos y
las opiniones en este comunicado de prensa incluyen las ideas colectivas de
ambas generaciones y, en algunos casos, son independientes entre sí, por lo que
se han señalado en consecuencia.
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