A inicio del año escolar,
Honduras reportó que 1,100,000 niños estaban fuera del sector educativo.
Posteriormente, la pandemia COVID-19 obligó a las escuelas y universidades a
cerrar sus puertas, impactando a un número sin precedente de estudiantes en todo
el mundo.
A raíz de esta situación,
nace la iniciativa “Aprendiendo y Jugado en Familia”. Campaña educativa en la
que World Vision Honduras y
Supermercados La Colonia han unido esfuerzos para generar conciencia sobre el
cambio de rol de los padres o cuidadores en la educación de sus hijos, siendo
que algunos todavía deben fortalecer sus habilidades y la inclusión de algunas
prácticas en las rutinas de sus hogares, con el fin de resaltar el rol
protector de las familias, quienes deben asegurar la continuidad de la educación
en casa, así como el derecho que todo niño y niña tiene a la recreación.
Durante un mes se estará
compartiendo en redes sociales de ambas empresas, piezas comunicacionales con
consejos para los padres, ideas de juego, tips de estudio, entre otros; para
apoyarles con esta difícil labor.
“Gracias a esta campaña
educativa, además de limitar la propagación de la COVID-19 y reducir su impacto
en niños, niñas y sus familias; se están fortaleciendo las acciones en
protección infantil para asegurar que la niñez hondureña pueda gozar de sus
derechos de recibir amor, educación, alimentación y cuidados en sus hogares”,
afirmó Jorge Galeano, director ejecutivo para World Vision Honduras.
En opinión de Harold Lovo,
gerente de Mercadeo de Supermercados La Colonia, manifestó que como Empresa
Socialmente Responsable reconocemos la importancia y el valor que representa la
familia, es por ello decimos presente a esta importante alianza estratégica
fomentando valores para los padres y así crear una sana convivencia con sus
hijos.
Según la UNESCO, a la fecha,
en Honduras 2, 290,953 estudiantes han sido afectados por la pandemia, y según
estadísticas de juzgados, las cifras de denuncias por violencia doméstica
siguen en aumento, y más aún cuando el agresor, así como la víctima, se ven
obligados a mantenerse en sus hogares.
Conforme la COVID-19 avanza,
millones de personas se refugian en sus casas para prevenir.
Desafortunadamente, el hogar no es un lugar seguro para todos, pues muchos
miembros de la familia deben compartir ese espacio con la persona que abusa de
ellos, y las escuelas y centros comunitarios no pueden proteger y educar a los
niños y niñas como solían hacerlo, por las circunstancias actuales.
La mayor parte de denuncias según el Sistema Nacional de Emergencias se reportan vía telefónica al 911, en los municipios ubicados en los departamentos de Cortés y Francisco Morazán, sin embargo, esta pandemia está exacerbando vulnerabilidades que incrementan el riesgo de violencia no reportada.
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