Cerca de 45 kilómetros de la
playa de Omoa, en Puerto Cortés, en el Caribe de Honduras, fueron contaminados
por el río Motagua cuyo origen es en Guatemala. Esta es una situación que se
repite anualmente desde hace más de dos décadas y la basura que arrastra esta
corriente permanece en las playas por
mucho tiempo, lo que afecta enormemente a la población de Omoa.
Cada invierno sucede lo
mismo. Se ha mencionado el compromiso de
programas educativos para prevenir el deterioro del Río Motagua con desechos
sólidos -particularmente plásticos-. Se
han colocado las denominadas “biobardas” en diferentes ubicaciones del
recorrido del río. Sin embargo, estas
acciones han sido insuficientes para contener las toneladas de plásticos y
desechos que arrastra la corriente. Estas acciones no son eficientes. De
acuerdo con Segio Izquierdo fotógrafo conservacionista de National Geographic,
y director de la organización ambientalista Rescue the Planet, “La solución
está en tomar decisiones sostenibles desde el origen. Es decir, desde el momento en que el
consumidor toma la decisión de compra, éste debe elegir alternativas de empaque
que sean amigables con el ambiente. Es
importante RECHAZAR por completo el plástico desechable porque no hay una
manera adecuada de manejarlo, no puede reciclarse y por lo tanto termina en
lagos, ríos y océanos y permanece ahí por miles de años” expresó
Izquierdo. Lo que ocurre en el río Motagua
no es más que un reflejo de la crisis de contaminación por plástico desechable
que existe a nivel mundial.
"O nos divorciamos del
plástico, o nos olvidamos del planeta". Así de tajante se mostró la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) frente a la actual contaminación
plástica en el mundo.
“Así que no hay plan B, para el planeta.
Tenemos que cerrar el chorro, y rechazar los plásticos desechables afirma
Izquierdo. “La producción masiva de plásticos es una epidemia. Y, el reciclaje
no es una solución real, no es más que un discurso sin fundamento utilizado por
la misma industria del plástico para aligerar el cargo de conciencia de los
consumidor, creando falsas expectativas de que se está haciendo “algo” con este
material tan contaminante. El reciclaje
de plástico no es factible
financieramente. Para poderlo
reciclar este tiene que sufrir una exhaustiva clasificación y una gran cantidad
de procesos físicos y químicos, lo que hace un proceso demasiado caro. Aunado a esto, la disminución tan drástica
del precio del petróleo, ha hecho aún más barato producir botellas a partir de
plástico virgen que de reciclado.”, comparte Sergio Izquierdo de Rescue the
Planet.
Desde 1950 se estima que se
han producido unos 8.300 millones de toneladas cúbicas de este material en el
mundo. Solo el 9% de esta cantidad se ha reciclado; el 91% ha terminado en
vertederos, incinerado o en cuerpos de agua (ríos, lagos u océano).
El plástico entró a nuestras
vidas hace seis décadas y ha venido para quedarse durante muchas más. Desafortunadamente, son productos que pasan
apenas unos minutos en nuestras manos y luego tardan siglos en degradarse,
llegando así a la naturaleza para quedarse provocando todos sus dañinos
efectos.
En realidad, el plástico
nunca desaparece. Solo se hace más pequeño y se convierte en microplásticos,
trozos de menos de 5 milímetros en diámetro.
Son muy peligrosos para la fauna marina ya que son ingeridos por
crustáceos, peces y mamíferos marinos. Estos provocan problemas en estos seres
vivos que van desde la asfixia, inanición por saturación, hasta problemas
reproductivos provocados por las sustancias, disruptores endócrinos, que
secretan los distintos tipos de plástico.
Este material tiene la
capacidad de subir por la cadena alimenticia hasta que terminan en nuestros
platos de comida cuando ingerimos animales que previamente se alimentaron de
microplásticos. Por tanto, llegan a
nuestros organismos. “En este punto, además
del impacto ambiental, el plástico tiene el potencial de generar un impacto en
la salud del ser humano”, manifiesta Sergio Izquierdo. Estudios señalan que en promedio una persona
podría ingerir aproximadamente 5 gramos de plástico cada semana, el equivalente
al peso de una tarjeta de crédito. El análisis “Naturaleza sin plástico:
evaluación de la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza”,
elaborado por Dalberg, basado en un estudio solicitado por WWF y realizado por
la Universidad de Newcastle, Australia, sugiere que las personas están
consumiendo alrededor de 2,000 pequeñas piezas de plástico cada semana.
Ante esta crisis mundial de
contaminación por plástico y debido a las características antes descritas la
única solución es rechazar el plástico de un solo uso. “El problema parece ser
que estamos usando un material que fue hecho para durar por siempre, para
aplicaciones desechables de solo 10 minutos”, expresa Izquierdo. Por ello, el llamado es a hacer elecciones
sostenibles y responsables desde el punto de vista ambiental, debemos de
voltear a ver hacia las alternativas. Utilicemos bolsas de tela reutilizables,
llevemos botellas rellenables de acero inoxidable o vidrio, prefiramos envases
de vidrio retornable. Estas simples acciones harán una gran diferencia.
“¡La solución no puede ir
orientada a poner biobardas, ya que son el equivalente a prescribirle un corcho
a un paciente con diarrea! Lo que se
debe de tratar es la causa. Tenemos la
solución en nuestras manos. Exijamos
como clientes con derecho a los productores, productos empacados en
alternativas amigables con la naturaleza.
Y, seamos tajantes, rechacemos todo lo empacado en plástico desechable”,
concluyó Sergio Izquierdo.
El plástico desechable en
cifras
Según datos del Foro
Económico Mundial:
• ¡8 millones de toneladas de plástico terminan en los
océanos cada año! Es el equivalente a un
camión de basura cada minuto.
• ¡Para el 2030, serán 2 camiones de plástico cada minuto y
para el 2050 serán 4 camiones de plástico por minuto, como resultado en ese año
habrá más plástico, por peso, en los océanos que peces.
• El 80% de los contaminantes que flotan en los océanos son
plástico, en su mayoría materiales de empaque.
• El reciclaje no es una solución en el plástico, ya que se
realiza de forma limitada, y a nivel mundial
sólo un 9% del plástico ha sido reciclado, el resto permanece de alguna
forma en la naturaleza.
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