Una investigación de Mayo Clinic confirma el papel crítico de las mascarillas para la prevención de la infección por COVID-19
Según información nueva e inédita de los investigadores de Mayo Clinic, el distanciamiento físico reduce la exposición a las gotitas de Flügge (son pequeñas gotas de secreciones que se expulsan de forma inadvertida por la boca y la nariz al hablar, estornudar, toser o espirar) y, si bien tres pies (0,9 metros) son suficientes, una distancia de seis pies (1,8 metros) reduce el número de estas partículas a niveles mínimos. Los resultados respaldan fuertemente el valor y la eficacia protectora del uso extendido de la mascarilla y del distanciamiento físico para ayudar a detener la propagación del virus que causa la COVID-19.
«Este fue un estudio experimental
en el cual emulamos la producción de las gotitas de Flügge con la ayuda de
maniquíes con mascarillas y otros sin mascarillas, y medimos la propagación de
las gotitas a diferentes distancias», explica el doctor Elie Berbari, jefe del
departamento de enfermedades infecciosas de Mayo Clinic en Rochester,
Minnesota.
Los investigadores midieron la
eficacia de las mascarillas para bloquear el número de partículas submicrónicas
desde un maniquí con mascarilla que simulaba un individuo infectado con
COVID-19, y simularon el riesgo de que un individuo contraiga COVID-19 al usar
una mascarilla.
«Concluimos que la medida más
importante para reducir el riesgo de exposición a la COVID-19 es usar una
mascarilla», dice el doctor Matthew Callstrom, Ph.D., jefe del Departamento de
Radiología de Mayo Clinic en Minnesota. «Descubrimos que tanto las mascarillas
médicas de papel desechable como las mascarillas con dos capas de tela sirven
para reducir la transmisión de gotitas, y no hallamos ninguna diferencia entre
los diferentes tipos de mascarillas en cuanto a su efectividad para bloquear
las partículas submicrónicas emitidas por la persona que las utiliza».
«El mecanismo más frecuente de
transmisión de la COVID-19 es por medio de las gotitas de Flügge, que son más
grandes que las gotitas de un aerosol y más fácilmente bloqueadas por las
mascarillas», comenta el doctor Callstrom.
La segunda parte del estudio
midió los números de partículas submicrónicas transmitidas de un maniquí a otro
dentro de una distancia de un pie (0,3 metros) a seis pies (1,8 metros), en
intervalos de a un pie. Los investigadores comprobaron que, en general, el
número de partículas disminuía a medida que la distancia aumentaba, lo que
respalda la directriz actual de los Centros para el Control y la Prevención de
Enfermedades de mantener una distancia física de seis pies (1,8 metros) de los
demás.
«Creo que ya sabíamos cuán
importante era la mascarilla, y si bien existe un gran número de estudios que
demostraron que las mascarillas sirven para bloquear virus, lo más importante
de este estudio es cuán efectivas son las mascarillas cuando las usan ambas
partes», dice el doctor Berbari.
Agrega que otras medidas para
reducir el riesgo de transmisión del virus incluyen el lavado frecuente de las
manos y el uso de desinfectante de manos antes y después de las comidas y
después de sacarse la mascarilla, y respetar la capacidad máxima de los lugares
concurridos.
«Las mascarillas son críticamente
importantes para protegerse a uno mismo y a los demás, y esto es un dato
objetivo. Al usar una mascarilla, protegemos a los demás. Si los demás usan
mascarillas, nos protegen a nosotros», comenta el doctor Callstrom.
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